Categorías: Sostenibilidad
Publicado 22 jun. 2022

No todo lo que brilla es oro, pero podría ser una aleación reciclable. Esto es especialmente cierto en la planta de Kanthal en Hallstahammar, donde la chatarra reutilizada se utiliza eficazmente para reducir la necesidad de materias primas en el proceso de producción.

La acería de Kanthal en Hallstahammar está ubicada en el condado de Västmanland (al oeste de Estocolmo, Suecia) y se encuentra en el centro de su cadena de producción, ya que proporciona material a todas sus instalaciones de fabricación por todo el mundo. Fue aquí donde Hans von Kantzow fundó la compañía en 1931, tras descubrir la aleación FeCrAl (hierro-cromo-aluminio), que aún constituye la base de muchas de las tecnologías de Kanthal.

Desde que Von Kantzow hizo su innovador descubrimiento, han pasado muchas cosas en el mundo del calentamiento industrial. Una particularmente importante es el creciente enfoque de la sociedad en la sostenibilidad, lo que ha propiciado que el calentamiento eléctrico sea más relevante que nunca en los últimos años.

Sostenibilidad externa e interna

CaptionJohanna Nockert, a Senior Engineer in Research & Development, Kanthal"Actualmente, la sostenibilidad es importante para casi todos", dice Johanna Nockert, ingeniera superior en I+D en Kanthal (Hallstahammar).

"En una empresa como Kanthal, que ofrece soluciones de calentamiento eléctrico a clientes externos y colabora con su transición del gas a la electricidad, también tenemos un incentivo para intensificar nuestro trabajo de sostenibilidad interno", continúa Nockert, quien acaba de hacer un estudio de viabilidad destinado a aumentar la cantidad de chatarra y material reciclado que se emplea en el taller de Kanthal Hallstahammar.

"Dado que una cantidad significativa de nuestro impacto ambiental está relacionado con nuestra propia producción y, más específicamente, con nuestro uso de materias primas, es normal que concentremos aquí una gran parte de nuestro trabajo de sostenibilidad"; además, agrega que su investigación sobre la sustitución de materias primas por chatarra ha arrojado resultados positivos.

60 % de material reciclado

En la actualidad, el 60 % del uso de material de Kanthal Hallstahammar proviene de la chatarra. Dos tercios de esta están generados por su propia producción, mientras que el resto se compra al exterior.

Entonces, ¿cómo se identifica y se obtiene la chatarra? Nockert explica:

"La chatarra interna se recolecta y clasifica en cada paso de nuestra producción, lo que facilita su reutilización porque sabemos lo que contiene".

Mientras tanto, la chatarra externa generalmente se compra a comerciantes de chatarra especializados o directamente a otras empresas que utilizan aleaciones adecuadas para fabricar productos con base de acero. La chatarra externa siempre debe analizarse como parte del proceso de clasificación. Una vez recolectada y clasificada, la chatarra se corta a un tamaño adecuado, si es necesario, y luego se puede añadir a la masa fundida como cualquier materia prima normal.

¿Cuál es el tipo "adecuado" de chatarra?

CaptionScrap from our production unit in Hallstahammar"El tipo 'adecuado' de chatarra depende de la aleación que estemos fabricando. Por ejemplo, el acero inoxidable ferrítico es adecuado para los Kanthals, mientras que la chatarra con un alto contenido de níquel se puede utilizar para los Nikrothals. En cada caso, tenemos mucho cuidado con posibles impurezas u oligoelementos en el material, ya que no podemos arriesgarnos a introducir elementos que pongan en peligro la calidad de nuestras aleaciones”, dice Nockert.

De cara al futuro, Johanna Nockert espera que Kanthal se mantenga por delante de la competencia en materia de reciclaje. Una forma de ampliar aún más su reutilización de materiales podría ser modificar algunas de las especificaciones técnicas a fin de dejar más espacio para alternativas recicladas.

"Al investigar los oligoelementos más comunes en la chatarra disponible y compararlos con las especificaciones de aleación que tenemos, podríamos ver el impacto que un pequeño aumento en esos elementos podría tener en las propiedades del material", concluye. "Si ese impacto fuera mínimo, se podrían hacer cambios menores en las especificaciones, lo que mejoraría nuestra capacidad para encontrar más chatarra utilizable".